sábado, 21 de noviembre de 2009

Situación cómica


- Vamos, Cristo, entra.

-Espera a que me relaje...

- Te estás poniendo rojo.

- Ya, estas cosas me superan...Cómpralo tú, anda.

- Sí, claro. - Entra a mirar a ver si hay.

Accedo, resignada. Miro por toda la farmacia y los veo detrás del mostrador de la farmacia.

- Sí, hay. ¿Entras?

Cristo saca un billete de cinco euros de su cartera y me los da. Lo cojo y lo miro.

- Venga, entra.
- No puedo.

- ¿Nos vamos, entonces?

- No, tampoco.
- Pues decídete que quiero volver a casa...
- Venga, vale.

Finalmente, entra. Nos ponemos en la cola. De repente, al mirarle, me entra la risa.
- No puedo, Cristo. Me da vergüenza.
- ¡Pues mira que a mí!
Mientras hablamos, los clientes que estaban delante de nosotros se han ido. El farmaceutico nos llama para que nos acerquemos.

- ¿Qué quieren?

Me giro en un momento de valentía y le pregunto:

- ¿Tiene preservativos? Idiota que soy, ¿cómo no va a tener? ¡Tonta, tonta!

El hombre saca de uno de los bolsillos dos cajas de condones de Durex.

- ¿Este o este? - pregunta. Me giro hacia Cristo.

- Elige, te los vas a poner tú, así que...

- ¿Cuan-cuánto cuestan? - pregunta Cristo, rojo como un tomate.

- Este 5 con 10 y este otro 9.

- El-el de cinco con diez, por favor - y saca de la cartera los diez céntimos que faltan y se los da.

El farmacéutico sonríe.


- Ya sabía yo que venían a comprarlo, por eso lo tenía preparado.

Y nos sonríe como recordando sus tiempos de juventud. Nos da la bolsita de la farmacia con la caja dentro. Asentimos Cristo y yo y salimos de la farmacia. Nada más hacerlo, nos empezamos a reír.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Nuevos pensamientos :D

Uff, está última semana me ha ayudado mucho a aclararme. Pero, sobretodo, la tarde de ayer. Cosas que no entendía o que me parecían confusas, las he entendido al fin. Me encantó esa charla donde intentabas ayudarme en mi pequeña-gran-depresión. Quiero que sepas - y que sepan todos- que Te Quiero Mucho y que eres el mejor amigo que he tenido, tengo y tendré siempre, aunque pase mucho tiempo sin saber de ti en el futuro. Gracias por todo ^^.

En cuanto a ti, sólo eres una espinita clavada que espero sacar pronto yo misma, aunque me parece que hasta que no seas tú el que me la quite, seguiré obsesiona con esta maldita estupidez.

Y ahora, pensando en otro, ya no siento lo mismo, me fallaste, pero nunca olvidaré aquella pequeña tarde solos que en su momento me ayudó muchísimo - más de lo que puedas a imaginar jamás -, y nunca, NUNCA la podré olvidar, siempre que pase por aquel lugar me acordaré de ti e, inconscientemente, sonreiré.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Si pudiera...

... saber quién eres y dónde narices estás.

... decirte tantas cosas que he callado.

... conocer todos tus miedos, sueños y sentimientos.

... almacenar todos nuestros recuerdos y verlos cada noche antes de dormir.

... poder intentarlo aunque solo fuese por un día.


¡No te dejaría escapar!

martes, 3 de noviembre de 2009

Aquella extraña chica.

- Te quiero - le digo.

- ¿Por qué me dice eso? - me pregunta.

Frunzo el ceño.

- Porque es así - le contesto extrañada.

- Pues no. Esas cosas no se pueden decir así porque sí - contesta.

- ¿Y por qué no?

- Porque no.

- Pues no estoy de acuerdo. Desde pequeños nos dice que tenemos que decir siempre la verdad, pero luego son los primeros en esconder secretos, decir mentiras, no ser sinceros. Estoy harta de tanta hipocresía. La gente se complica la vida - digo frustrada.

- Una cosa es ser sincero y otra cosa es decir lo primero que se te pase por la cabeza. Además, te recuerdo que tengo novia.

- ¿Y? Yo no te estoy pidiendo que la dejes, mucho menos por mí. Solo estoy diciendo lo que siento, pero si ni siquiera tengo el derecho de expresar mis sentimiento, menudo mundo de mierda en el que vivimos. Te quiero y ya está.

- Pero, ¿cómo puedes quererme si nos conocemos solo desde hace un mes? - pregunta inseguro.

- Ah, ¿es que acaso tú sabes cuánto tiempo le hace falta al amor para ser amor?