miércoles, 19 de mayo de 2010

Bajaba la cuesta despacio, dejando que el viento removiera mi pelo a su gusto. Pasaba al lado de un muro bajo, cuando de repente...

- ¡¡Buuuuu!! - gritó una voz.

- ¡¡Ahhhhhhh!! - grité pegando un brinco-. ¿Eres tonto o qué?

Miro al chico. Él me mira. Entonces, nos reconocemos. Es el de la maleta.

- Lo siento, pensé que era mi hermana pequeña - se disculpa avergonzado.

- No importa, pero fíjate la próxima vez. Casi me meatas del susto - replico.

- Sí, sí. Lo siento de nuevo. ¿No has visto a una niña con risitos castaños?

- No, lo siento - digo mientras sigo bajando la cuesta.

- Vale, gracias. Y lo siento de nuevo.

Sonrío, al fin. Cuando llego a casa aún me dura.

domingo, 9 de mayo de 2010

El chico sin nombre (L)

Subía la cuesta cansada de caminar, del sol picón y de la hora de inglés. Inmersa en sus cosas, no vio bajar a un chico llevando a su espalda una maleta. Corría hasta que ambos cruzaron sus miradas. En ese momento pareció que el tiempo les daba una tregua. Parecían mirarse a cámara lenta. Ella miraba sus ojos, él los suyos. Al pasar justo al lado ambos viraron la cara para no perder el contacto visual.

Luego, desafortunadamente, cada uno siguió su camino. Volvieron a sus vidas, sin más.

Pero con una sonrisa en sus caras.


[ Si el prota de esta escena está leyendo esto, que me diga quién es, por favor =) Anoche soñé contigo, creo que he visto muchas comedias románticas ]