- Dicen los dioses y afirman los sabios que para entrar en el cielo hay que besar tus labios... - leyó Luis.
Entonces, me miró fijamente a los ojos. Y poco a poco se acercó más a mí, y me besó suavemente.
- ¿Por qué lo has hecho? - susurro al separme de él.
- Es que quiero entrar en el cielo...
- Pero, si tú eres ateo -replico.
- Anda, pues es verdad. ¡Qué despiste, ¿no?! - y me dedica esa media sonrisa que me encanta.
Ja, ja... me ha divertido mucho esa rápida resolución del confilcto al final, vaya pedazo de picarón el muchacho. Saludos afectuosos. Adieu.
ResponderEliminarojala todos tuvieramos un despiste así con alguien a quien queremos mucho, mucho :)
ResponderEliminarbesos
Ojalá...!! :D
ResponderEliminarjajaja! qué divertido yo también quieroo a alguien que se despite así sólo si tiene una sonrisa que me aloca!
ResponderEliminarY quién no? :D
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